Duele cuando decimos adiós a esa persona de quien realmente estábamos aferrados y que
soñábamos un futuro… pero... la
distancia no es cuanto nos separamos, la distancia es si no volvemos...
A veces el corazón va donde la voz no llega, solo tenemos
que seguirlo mientras creamos estar en lo correcto.
No vale la pena desperdiciar
lágrimas por quien no te quiere o en quien no tienes, tampoco alimentar
un corazón con falsas esperanzas y mucho menos querer pasar tu vida, junto a
alguien que no está dispuesto a pasarla contigo…
Hay que volver a
peinar la vida con ilusión, sabiendo que no es un camino fácil, pero es parte
de un gran aprendizaje.